Cristianismo
El cristianismo es una religión basada en las enseñanzas de la Manifestación de Dios, Jesucristo (c. 4 a. C. — c. 30/33 d. C.), tal como se recogen en el Nuevo Testamento de la Biblia. Atrajo adeptos obrando milagros, en particular milagros de sanación, a la vez que predicaba un mensaje de amor y fe. Cumplió las profecías del Antiguo Testamento que prometían la venida de un Mesías al pueblo de Israel. Prometió, a Su vez, regresar "en la Gloria del Padre".
En su libro El Día Prometido ha Llegado Shoghi Effendi escribe:
"En cuanto a la posición de la Cristiandad, sea dicho, sin vacilación ni ambiguedad, que se reconoce incondicionalmente su origen divino, se afirma decididamente la condición de Hijo y la Divinidad de Jesucristo, se acepta plenamente la inspiración divina del Evangelio, se confiesa la realidad del Misterio de la Inmaculada Concepción de la Virgen María, y se sostiene y defiende la primacía de Pedro, el Príncipe de los Apóstoles. El Fundador de la Fe cristiana es designado por Bahá’u’lláh como el "Espíritu de Dios", es proclamado como Aquel Quien "apareció del hálito del Espíritu Santo", y es ensalzado aun como la "Esencia del Espíritu". Su madre es descrita como "esa bellísima faz, velada e inmortal", y la posición de su Hijo es elogiada como una "posición que ha sido exaltada por encima de las imaginaciones de todos los que habitan en la tierra", en tanto que Pedro es reconocido como aquel de cuya boca ha hecho Dios que fluyan "los misterios de la sabiduría y de la prolación". "Has de saber", ha testificado además Bahá’u’lláh, "que cuando el Hijo del Hombre rindió Su alma a Dios, toda la creación lloró con gran llanto. Sin embargo, al sacrificarse a Sí mismo, una nueva capacidad fue infundida en todas las cosas creadas. Sus efectos, de los cuales dan testimonio todos los pueblos de la tierra, están manifiestos ahora ante ti. La más amplia sabiduría que los eruditos hayan expresado, los más profundos conocimientos que mente alguna haya descifrado, las obras de arte que las más diestras manos hayan producido, la influencia ejercida por los más poderosos de los gobernantes, no son sino manifestaciones de la fuerza vivificadora liberada por Su resplandeciente y trascendente Espíritu, que todo lo penetra. Atestiguamos que cuando Él vino al mundo, derramó el esplendor de Su gloria sobre todo lo creado. Por Él, el leproso sanó de la lepra de la perversidad y la ignorancia. Por Él fueron curados el impuro y el descarriado. Mediante Su poder, nacido de Dios Todopoderoso, los ojos del ciego fueron abiertos, y el alma del pecador, santificada... Es Él Quien purificó al mundo. Bendito el hombre que con la faz radiante de luz se ha vuelto hacia Él".[1]
Y en otro de sus escritos señala a Bahá’u’lláh mismo como el "Padre" en cuya "Gloria" ha regresado Jesucristo.[2] Tan elevado concepto de la verdad cristiana es la base del diálogo interreligioso y su hermandad en el servicio al prójimo.
Véase también[editar]
Notas[editar]
- ↑ Shoghi Effendi, 2009, p. 166.
- ↑ Shoghi Effendi, 2008, pp. 151,153. Dios Pasa
Referencias[editar]
- Shoghi Effendi (2008). Dios Pasa. Editorial Bahá’í de España. ISBN 84-89677-44-1.
- Shoghi Effendi (2009). El Día Prometido ha Llegado. Editorial Bahá’í de España. ISBN 978-84-95652-83-6.
- Bahá’u’lláh (2002). Tablas de Bahá’u’lláh. Editorial Bahá'í de España. p. 21. ISBN 84-89677-50-6.